El aceite de orujo es obtenido a partir de los deshechos de la masa de aceituna tras haberle extraído el aceite de oliva virgen extra. Este proceso se realiza en las fábricas orujeras, se llevan el orujo prácticamente a cero coste, y tras esto, obtienen el aceite de oliva de orujo.

Estos aceites son aptos para su consumo y no son peligrosos, pero debemos estar atentos e informarnos en el momento de buscar ofertas de aceite de oliva virgen extra, de que cualquier aceite que no sea aceite virgen extra, virgen o lampante, ha pasado por un proceso químico de refinado, por lo que se le añaden productos como disolventes y demás, que ayudan a eliminar sus defectos, lo cual esto, entre otros, lo que hace es restarle sabor y propiedades saludables que contiene el aceite de oliva virgen extra.

Además, los aceites refinados poseen una densidad menor y son más absorbidos por los alimentos, por lo que supone un aumento calórico de éstos y una digestión más pesada.

Todo esto, no está presente en los etiquetados de este tipo de aceite, por lo que deberíamos de evitar la compra y consumo de éstos, ya que son productos de dudosa procedencia y calidad, ya que podrían ser mezclas o excedentes de otras campañas, que necesitan ser vendidos cuanto antes.